El hacha de zafiro azul

Vayamos a la torre antes de que la virtud la destruya
a las ciudades borrachas que arderán
vayamos a los salmos que blasfeman
y a los proverbios en los huesos de la oscuridad
hagamos el amor con el faraón
y bebamos la sangre del río
juguemos
a la orgía del cordero abandonado en el desierto
a mi cuello en el altar que espera por tu hacha de zafiros.



En cada uno de mis costados

En cada uno de mis costados saliva rayo hondura
él es punta plateada
flecha astrológica
cuerda de fuego
filo línea rojo
ojos de cuarzo quebrado
puede escupirme en la boca sus inviernos
y puede escupirme sus veranos
y yo recibo la dureza de sus bosques congelados
o recibo la certeza de la flor sin pretensiones
él es huida agua espejo
hermano o desconocido o hierro
cuando aprieta mi cuello la pequeña muerte me habita
me desintegra
y luego me regresa al fulgor oscuro de la noche tatuada por las bestias
y tengo que admitir
somos eso, amor
el perro y el lobo que aúllan a la luna
el cangrejo inesperado
colmillos tenazas bocado
puede matarme puedo matarlo
o nos pueden asesinar las promesas. 



La foto

Ojos eléctricos
muerden la noche
como sátiros mitológicos
convocan verdades febriles
soy esta tormenta azul violeta plateada.

En la fotografía
saldremos mi soledad y yo.


Sé testigo

Sé testigo de mi desorden huérfano
estallá tu luna en mis ojos
dame verano y lluvia plateada
una copa de vino aterciopelado y astral
gemidos que renuncien a la palabra
que esconde la verdad.