La noche habla por mí
mi voz se apaga en vagones descarrilados
tengo ganas de saltar la soga
de llegar al Cielo en una rayuela
de hacer un pacto con dioses muertos y vivos
los escenarios llevan calibres
para corresponder a mi cintura
selvas amargas, estáticas
donde el viento es sutil pero no salva
Promesa de astros sigilosos
drenar tiempo y desgano.