No te quedes con la bipolar
no veas el espejo de tu propia locura
ni el fuego inextinguible de la ternura
porque con nuestros hilos dura la carne
las arañas saben tejer lo inconfesable,
tené
miedo de los usuales que te inventan
con sus fusiles que engullen luces y cráneos
y tu revólver babeando sobre las ficciones,
mirando las pantallas de afuera, de siempre
mientras vas de rodillas entre autitos de lata.
Obra en lapsicologiasegunalexa.wordpress