Cuando curiosos o valientes vengan por mí
les mostraré mi vientre en signo
les contaré la historia de un disparo hábil
no llegarán hipócritas a definirme
el humo sigue despierto en mi espalda
y mi piel tiene la memoria
de las lámparas que nunca dejarán de arder,
salud, cardúmenes de cangrejos sin caparazón
síntomas como pinzas solemnes
crónicas, inteligentes,
mi organismo consensuado entre péndulos, torres y ausencias,
sin embargo
todavía
siento la pasión por mi geometría
camino hacia figuras inexploradas.