Los
puertos te contienen
las
velas de tu llanto se desplegan,
vas
y
venís
estás
y
te
vas
hundiendo
en un eco que no llego a escuchar,
hay
una distancia seca entre tu sueño y el mío
hay
una muerte
un
pájaro ciego,
y
repetís
y
te alejás
donde
el vino, decís, nace fuerte
mientras
el
poema sideral de
mis esperas
se
vuelve deformidad,
y vos
serás maldito
y yo
seguiré errante
seguiré
errante
seguiré
errante.