La duda se desviste en mi espejo
y el pasado juega sus naipes
gana
para hundirme más en la ciudad
donde mujeres y hombres cubiertos de roca
en triciclos de alambre buscando oro,
pero yo conocí los diamantes y los zafiros
cuando la serpiente hablaba ebria
y todos mis pecados bailaban
y él se acomodaba los secretos.
Éramos simplemente pasajeros.
Pintura: Nica Concilio