-A Marisa-
Somos la semilla en terra preta
más tarde,
las hijas del ladrido
las locas contenidas por cintas de papel
las que se afirman
y se condenan al fuego
por sí mismas,
los comodines invertidos no pueden
con nuestras santas y pecadoras
no saben siquiera jugar a los dados
juegan solitarios con dibujos femeninos
que alientan sus medallas y prestigio,
y tenemos lava para parir
una cadera indómita
el azar en el que no creemos
porque hay una vela que acierta en la plegaria
y una perla que amanece azul y hambrienta cada día.
Picasso