En el show de mis fenómenos
no hay silbato de inicio
ni cinta de llegada
Olimpia es para los desterrados
su santuario clausurado lee sus miradas
hombres y mujeres de zanahoria bestial
aferrados a la materia de ilusión parlanchina
sostienen trofeos en forma de jaula
y se aplauden por ser amantes de lo efímero.
En el show de mis fenómenos somos minoría.
Abrirá la boca una cárcel gélida
en el fin del mundo
y nos quemaremos en ella.