Detectives

No permitís la noche
ahí donde no tengo piel
sólo quedan
detectives y fantasmas
lluvia con violencia de máscaras
correos donde
la Ginebra y la ternura
sin callejón ni fuga. 





Con su agenda

Con su agenda de juguetes blancos
con su imposible gastado en dedos de fierro
con mi falta de discernimiento
con mis piernas que llaman la atención y la paciencia
es
tan
breve como Chernóbil
tan
suave como una aguja.  


Azar de Luna creciente

La dificultad
en las mujeres que me habitan
pues aún conservo el talento
de dislocar vínculos
para luego,
llorar en mi niñez
arrepentirme como el invierno
gastarme en imágenes ansiosas. 


Mi cetro

Sobre maldiciones y fantasmas
mientras mi nivel se escapa
subo y bajo la roca de mis palabras
furias que siguen caminando
imágenes con estilo de cisne y espada
que luego se evaporan
para anunciar la muerte de mi cetro.  


Pastillas en la cama

Los disparos van hacia la misma calle
donde me inyecto hechizos y amuletos
tragedia en péndulos que saben hablar
mis ríos se disuelven
entre mortales cubiertos de roca
tengo firmeza en mis contratos
sólo pueden hundirme los recuerdos
sólo pueden hundirme las promesas.