Con el peligro
vaivén ausente
fábula sin tierra
no te perdono
en mi péndulo que delira
en tu alegría y tus defensas
como una virgen entre muros
sin ases que me liberen.
Agasajar a mis lunáticos
camino sobre lo incansable
sé qué se esconde
sé lo que grita
y si pudiera salvar
estacas y puentes
atajos y claves
tu iglesia y la mía.