Fuego caudillo

Los ángeles andan sueltos

y los demonios, callados

te doy mi geometría mágica

mis horizontes afinados

un poema y un disparo en falso

las velas y su color vibrante 

dame cuerpo para admitir 

lo que irrumpe, lo que sana

soy una Andariega enredada

en hechizos que se paran solos

habrá fuego caudillo 

ascendente sobre coronas y cruces

que combatirán para la paz, para la guerra

para el tiempo

por círculos que cerraremos juntos.  



Pintura de Arantza Martínez



Desnuda

El péndulo salvaje que me supera

la torre devota que me pretende

esta vez el amor jamás visitó mi esqueleto

a pesar del cetro y la corona

mis luces y mis sombras

no sé cuál de ellas gana por knock out 

esta noche 

cuando el licor y el cigarro no alcanzan

quiero una bandera blanca

para alquilarme los sueños

desocupar la melancolía

sacarme la ropa y el cruel aprendizaje

y estar desnuda con la piel de cristal. 




Detalle, Modigliani





El cangrejo

Un lobo y un perro ladraban 

las murallas me miraban 

con ojos salvadores

el estanque festejaba el peligro

un cangrejo salió de entre las sombras

con las tenazas desenterradas

y caprichos de mujer distraída

la Luna concentra fantasmas y deshonra

distingue hambre de imágenes pueriles 

seguiremos siendo sus hijas

sus amantes.  



Obra de Salvador Ortega 



Ni mañana ni pasado

Converso con mi caída

acostumbrada a la soledad

a sus rutas y callejones sin salida

al fuego extinguido con las perlas

y espero caer escuchando a Los Redondos

con el miedo en la sangre revuelta

y su música, finalmente, para festejar

que hay una red debajo

y no me disolveré este día

ni mañana ni pasado. 



Desde Peakpx


Visión

Cierro y abro los ojos

da igual, exactamente, igual

mi núcleo apunta a la visión

de aves desesperadas sin pan entre las alas

la desventura tiene muchas sílabas

igual que tribulación 

que mi nombre descuidado

con plástico y pegamento y cartón

definido por la fragilidad del hueso

y admitido por la fuerza del hueso

arremolinada comprendo el sinrazón

y me aquieto sobre estas letras. 




Desde Amazon




Sensibilidad

La sensibilidad se pone en cuclillas

y se siente como una roca oscura

atravesada en el centro del miedo

como desesperación con ojos agudos

donde el cristal es soledad y monólogo

para dislocarse en la puerta que no abre

para nombrarse sin símbolos ni destino

sin naipes que jueguen a las escondidas

cuando el truco se cierra y los inquietos arden,

hay un entierro esta noche

con café y su gusto a nostalgia.



Jaime Rubio Hancock


Mujer descartable

Como una llamada que no se quiere atender 

una envoltura de papel malparido

unos brazos que no saben hasta dónde

una idea novata que camina junto al faquir

una suciedad agasajada en un rincón de la cocina

una toalla estéril que servirá para baldosas

una mujer contempla con ojos grandes


hacia adentro


el sol que no podrán robarle. 



da Vinci



Al metal y al remache

Conocí algunos hombres robots

no me arrepiento de cada beso

al metal y al remache 

ahora mi pulsación es de cisne y jazmín

con la columna vertebral hasta donde llega

como una cajita musical ardiente

que a veces se estremece en recuerdos que invento

mientras lo real asume virtudes 

que siempre tuvieron la puerta cerrada

sin embargo, aún puedo bailar con la espiga en la cintura.





El pantallazo que no desenfocó

Sale en digital desenfocado

la femme con estilo de cebra

la toma se gana y se pierde

los antifaces caen por su propio peso

trasnochado el átomo 

pero este film termina con sed y hambre 

mientras el tiempo todo lo supo

todo lo calló 

hasta mostrarme

un living agrio

una pc burlona

con una mujer desnuda y piernas desesperadas

-para el Director- 

ellos encuentran el estallido para mi incomodidad nauseabunda

mejor cerraré los ojos a lo que acabo de ver

y recuperaré mi humanidad. 





Perra que ladra sí muerde

Soy una perra que ladra y sí muerde

a la berretada sin pan ni evangelio

con esos modos de invitados rumiantes

conocidos por sus vueltas tibias

con la panza amplia de sobras metálicas

y su carácter de fusil de juguete

y su canción de humanidad destripada

mientras se creen rayos

mientras se creen ellos

soy una perra que ladra y sí muerde. 



Obra de José Barbosa Aguayo



Pactos

Mi esqueleto no olvida su contrato para mi garganta hundida

que grita sin que nadie la escuche o la oiga

el fusilamiento rodea lo insólito

su orden fue acatada por la soledad

pero tengo amuletos y líneas de las manos

dragones orientales que se esconden en el agua

en mi camino de calibres alborotados, crueles

y detrás de los telones académicos

fui del infierno y fui del paraíso

jamás podrán saberlo 

pues pestañeando velozmente 

hice pactos gruesos con la muerte

hice pactos gruesos con la vida. 




Fragilidad

Mis personajes indómitos

empachan territorios fríos y calientes

y voy montando sobre mi fragilidad

burlando las pantallas escotadas de mercado y limón

que roban mi mercurio y mi buen trato

cabronada, algún llanto

para no perder el estilo de mujer cruel ni triste

pero abro mis naipes porque también soy humana

piernas en juego limpio, en juego nuevo

los inquisidores no podrán con mis delicias

pues nadie quemará mis verbos ni mi vientre. 





Resurrecciones

Buster Keaton asume mis resurrecciones

a pesar de tabacos y licores

a pesar de juegos malheridos

en un aplauso juguetón 

de mi naturaleza humana y sexual

donde la aspereza se derrocha 

cuando los fantasmas 

cuando los no muertos

cuando los de lata 

mientras el teléfono está apagado.  





A paso apretado

A paso apretado 

en la soledad experta

mientras veo la lluvia flaca

pariendo mi fruta

y los romances circulares

con mis demonios y mis ángeles debajo de la cama 

en una fiebre molotov

son circulares con su liturgia ilusionista de compra-venta

intentando regatear lo que soy. 





Oveja y limón

Jamás limpia

de psicofármacos y amores

de recuerdos y blancos

con mi licor y mi cigarro apretados

con pulso de mujer peregrina

mientras investigo a mis ancestros

alguna pista

sabiendo de mis suicidios

mis delirios místicos de paz

aunque el miedo vigile músculos

dicen que la sensibilidad es un derecho

que desgarra

también es mi revolución

a veces, herida, quisiera descansar en un rebaño confortable

sin embargo, nunca aprendí ni aprenderé a ser oveja y limón.