Salmo

Mi mundo anímico y yo

no nos ponemos de acuerdo

seduce con trastornos químicos

y me exhala sin piel

mientras su multitud conmemora

antiguos saltos

brazos sin fe

piernas que se comen a sí mismas

y toco puerta por puerta

a la espera de un salmo. 



Equilibrista

Equilibrista para un partidario sin espejos

versiones de él que saben hacer cortesías

para felicitarme hacia los cuatro puntos cardinales

y digo cortesías

no digo tacto ni besos

son siete acantilados sobre la cuerda. 




Faquir

El día se termina en mis manos
y comienza con un agradecimiento
y los ojos asombrados

sin embargo

soy la loca certificada
con credenciales de faquir
un detective solitario
que se mete preso a sí mismo 
una poeta con la faringe caída. 



El poema del vértigo

El poema del vértigo

de la generación pariendo mansedumbre

pastores y bufones

méndigos y reyes

entrañas malvenidas

y un armazón encendido

para corromper esta boca derramada

quiero irme con los locos y el Santo Grial 

con la virtud cautiva en el asedio 

y seré la puta y la santa

la delirante y el destino generoso y de serpientes. 



Nombre mágicos

Nombres mágicos

desnudos

que clavan

en delirios de horizonte

que aprende a gatillar

espejos soldados entre sí 

en el amor

el impulso y la cordura muda

poesía de andariega con ojos frutales 

me descubro inocente

me descubro culpable. 




Camine sobre el agua

Que las barcas se hundan o se quemen

que el loco confíe y camine sobre el agua

que las piernas se disloquen

y los brazos se disuelvan 

que el espacio sea más espacio

y el tiempo más tiempo

con las ganas como piedra de impulso

porque el recuerdo 

es un bufón condenado.