Tu crimen nace

Después de matarme,
volvés a tu forma originaria
parís la noche y un encierro
una cuerda mojada
el vaivén de mi cuerpo, flotando.


El zapato de la Cenicienta se quebró

El zapato de la Cenicienta se quebró
no quisiste mi Luna Negra, mis sirenas, mis mártires
asimilo mi casta de ausencias
me ofrecí a tu espada astrológica
y ahora el buitre vuela sobre mi cabeza. 

Los puertos te contienen

Los puertos te contienen
las velas de tu llanto se desplegan,
vas
y
venís
estás
y
te vas
hundiendo en un eco que no llego a escuchar,
hay una distancia seca entre tu sueño y el mío
hay una muerte
un pájaro ciego,
y repetís
y te alejás
donde el vino, decís, nace fuerte
mientras
el poema sideral de mis esperas
se vuelve deformidad,
y vos serás maldito
y yo seguiré errante
seguiré errante
seguiré errante.



Cavado profundo -libro-










Cavado profundo




























Loto
Se abre se esconde se preserva se distancia se inventa nuevamente las piernas
y florece en el pantano.














No me parece
que tires tu lengua de fuego y espinas sobre mis pies
no me parece que identifiques cada una
de las huellas
del pasado
no me parece que elijas quemarme en tu infierno helado

(voy a correrme para que no me tragues).

















Eve en castañuelas


-A mi abuela Eve Tavani-


en youtube busqué Flamenco
te traigo sonriendo abuela
te pedí que me esperes
yo iba a llevarte a tu España
yo y mis novelas

ahora te escucho
ahora te siento
con estas guitarras palmeadas hombres que cantan
lo lai loo lairo
lo lai loo lairo

te traigo abuela
te traigo con castañuelas y una sonrisa
estás acá
seguís viajando
soy yo también vos abuela cuando escucho castañuelas

lo lai loo lairo
lo lai loo lairo

lo lai loo lairoooooo










Meditación

Alas y raíces
en el centro
cuando me encuentro
dentro y junto a mí













Poema estatal del ministerio de trabajo

En el ministerio de trabajo
hay
mierda
hay amor
hay ovarios
hay risa
hay inutilidad
hay desafíos
hay trabajadores que trabajan
hay directores y hay séquitos
hay resentidos
hay objetos
hay compañeros
hay soñadores
hay grandes luchadoras
hay grandes luchadores
hay hipócritas
hay chusmas
hay solidarios
hay envidiosas
hay artistas proletarios
hay monos
hay ninfas
hay equipos
hay competencia
hay oscuridad
hay belleza
hay sentido
hay absurdo
hay delirio
hay fe
hay soberbia
hay humildad
hay azar
hay fantasía
hay hijos de
hay amigos de
hay quienes tuvieron la oportunidad
hay quienes quieren ayudar
hay quienes se cansaron
hay quienes quieren irse
hay quienes necesitan su sueldo miserable
¡somos mayoría!
hay payasos y hay pocos políticos
hay UP -uniones personales de mentiras- y hay ATE
hay Jujuy, Mendoza, Misiones, Neuquén, Río Negro, Salta, San Juan, San Luis, Santa Cruz, Santa Fe, Santiago del Estero, Tierra del Fuego, Tucumán, Catamarca, Buenos Aires, Chaco, La Rioja, Chubut, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, La Pampa y otra vez Jujuy!
hay quienes resisten
hay quienes se enferman
hay quienes meditan
hay quienes sobreviven
hay quienes van muriendo
hay quienes escuchan
hay quienes no dicen
hay quienes no pueden decir
hay quienes sienten
hay quienes siguen creyendo
hay quienes confían
hay quienes se enamoran
hay quienes sueñan
hay quienes se encuentran

hay quienes construyen un estado distinto 

hay mucha poesía.














¿?

Si encuentro y me deliro,
si me deliro y encuentro,
¿cómo es?,
¿de qué se trata?









Trascendencia

Cuando mis cuadernos de fe besan las nubes
Cuando el silencio es de raíces
Cuando el viento me contiene
Cuando mi religión es risa.









Ellas

La niña temerosa
que antecede las sombras
reclama mi cuerpo.

Palabras desde una garganta de cristal
agonías que se transforman en palabras
mujeres que soy y que matan
muertes que me sobreviven. 










Serie negra en mí

Pesadez
de la sombra
de mis pasos solitarios.



Frío
sentencia leal
de un destino incierto
desfalleciendo en mi boca de sirena perdida.



Jaulas sacrificadas
por el deseo
de un silencio noble
y verde.



Dulce resistencia de las luces
de una ciudad pequeña
con pestañas de selva
y río atolondrado.



Llueve en las baldosas.
Pero la Tierra canta.



Gris oscuridad del cielo que bosteza
sobre mí.



Bocado
pesadumbre
ensueño.



Despierta corro entre las flores del futuro
hundido, poderoso, vigilante
peludo como un perro blanco y negro.










Dirección de RRHH del ministerio de trabajo de la nación

-A Enrique G. y corporation-

Nada nadita nadones
Nada con nombre cargo apellido
Nadita que trepa por nada con nombre cargo apellido
Nadones que sonríen y se juntan y celebran con nadas y naditas
Nada
Nada usando computadora para hacer nada
Nada pensando, pensando, genera nada
Nada diseña para la nada
Nada en papel para llegar
a nada
¿Pensar?
¡No! Nada.
¿Hacer?
¡No! Nada.
Nada
¡Nada!
¿Entendiste?
Nada.









En la oficina de un ministerio

Fuerte
árbol
mi pecho que resiste
el humo de la nada.


Libertad de selva
que aún no veo veo
el cemento a veces el amor a veces
pero ahora
acá
en el cemento institucional
donde juegos de discursos de nadas coloridas

escribo

cuando termine de escribir esto que escribo
alguien morirá de hambre
alguien que no conozco
pero siento
alguien
con piel de campo
como la mía.


Locura de ser flor, también león.









Sin título

Humedad
arrinconada
latente,
baba de sirena
roja y torcida
nauseabunda,
desde mi boca
desolada.

Comparto mi humedad
la selva donde todavía espero.

Confusiones pestilentes de no tener piel
-a veces-
pero aún
¡aún!
plumas de venas
que saben
que esperan
que pase
que hunda
que duela
que eleve
o desangre
que pase
que se transforme.

Por favor.

Intensidad
de ser
densidad de besos que no llegan.
Deformidad oscura
o risa o bronca o llanto o celebración
así
cambiante mujer que tambalea.










Poema de la meditación maría

Y si te pido que enloquezcas por mí,
¿lo harías?
¿cruzarías el Fuego de mis brazos por un beso?

¿alguien lo haría?

¿o será la soledad mi Tierra
y la incertidumbre, Cielo?

¿Será la pálida certeza de saberme sola
cada vez que pareciera ser besada por la suerte?

¿Será?

Ahora es la húmeda tristeza
de los sueños
que ya
no son.



















Domingo

La noche
es
ansiedad
deseo vulgar de ser otra
segura en su corona de cristal.

La noche es también su ausencia.

Mis pestañas han sido quemadas por mi pasado.
De mi presente, no sé.
De mi futuro, una tímida esperanza.

Me comen las plumas de mi presente o me hacen volar.
No lo sé.

La noche también es
el zumbido de pájaros metálicos
pero también
la luna pequeña y orgullosa
luces que titilan y acrecientan mi soledad
mientras estoy acompañada y estoy sola.

Franjas blancas que vienen y van
donde van sueños
que no alcanzo a soñar esta noche.











8 de abril

La desazón
la opresión
el agotamiento
el miedo que crece en mis silencios
el muro que construyo o construyeron
la confusión.

El delirio de mis sueños
las certezas de este cuerpo
que soy
ahora
fragmentada
temerosa.

No sé.
No sé.
No sé.










Así

Sangre revuelta
retorcida
enferma
con ruinas y fantasmas
con pumas y serpientes quemadas.

Son árboles y flores que también se han quemado.
Son mis bosques destruidos,
y él,
sentado sobre el cadáver de un tronco
sonriéndome en los ojos,
y yo,
reconociendo mi sangre
ofreciéndole mi futuro,
a veces
a veces
para que pueda ser tabaco en sus garras inmaduras.















Estoy siendo el encierro que abrirá sus puertas cuando la tormenta pase
y mis zoológicos no existan.












 Autorretrato

No sé cuál de las mujeres que soy aún lo extraña. Como si el tiempo no fuese tiempo, como si fuese nada. Me pregunto cuál de ellas, hasta cuándo. Las otras mujeres que soy preguntan, además, otras cosas sobre él: responden certezas y se alejan de su recuerdo, más sabias. Pero hay una, no sé cuál, que aún lo extraña. Aparece cada tanto. Húmeda, al principio distante, y despacio y lentamente avanza. Esa, que parece débil, casi ausente, esa mujer aparece y es agua, es espina, es bronca, añoranza. Melancólica mujer que imagina su boca. Las demás se retiran. Y es ella. Solamente ella. Poderosa, vigilante. Y sólo cuando ella quiere se retira, puedo imaginarla, puedo ver su espalda desnuda, su paso elegante. Después llega el sueño si es que se trata de dormir; si se trata, por ejemplo, de ir por la calle, en ese caso las otras mujeres que soy regresan, se preguntan entre sí quién es aquella y seguimos todas juntas, caminando.












Metamorfosis

Hoy quisiera
hacerme viento
música para las hojas del invierno.

Hoy quisiera
ser compañera de las nubes
besar la selva y el desierto.

Quisiera
convertirme en pájaro,
ciprés o margarita.

O quizá tan solo quiera
ser
la historia de una mujer
que es música, nube, pájaro, ciprés y margarita.









Identidad en pugna

De mis fugas
De mis casualidades
De mis rincones soñadores
De mis silencios
De mis monólogos oscuros
De mis monólogos esclarecedores
De mis tristezas
De mis certezas
De mi futuro entre paréntesis
De mis amores mágicos
De mis odios
De mis búsquedas
y mis encuentros húmedos











Inmortales

Por qué evitarnos los soles que confabulan ensueños perfumados
bosques de colores brillantes
párpados de mar,
seres fantásticos que aparecen y desaparecen
cuando abrimos los ojos
y los vemos tan parecidos a nosotros,
sufrimientos que todavía esperan sus crímenes
y muertes que nos sacudirían la peste
para hacernos nacer como pájaros,
eternidades de cuarzo y manantial
aleteos donde el universo ríe.

¿Por qué el silencio nos asusta tanto
y el bullicio nos invita a ser hombres?
Si en cada estación, una respuesta
y entre lo que fue y lo que será
nosotros
inmortales.










Mañana, resurgir

Si es que no corro detrás de una zanahoria que no entiendo
Si es que el mundo es el botón de un vestido de una osa que viaja en tren
Si son mis aguas estancas cuando es de noche y no hablé a la luna
Si es que los sabios no toman del río de la memoria
Si es que los locos son sabios escondidos en otro tiempo
Si desde afuera la invasión débil de lo que no puedo
y desde adentro la confluencia de lo que quiero ser
Si la piedra se transformó en sapo en mis sueños
y al abrir los ojos volvió a ser piedra y me sonrío
¿Por qué el miedo, la detención?











Después de morir otra vez

Puedo matarme en vos tantas
veces tantas noches puedo
volver a tus ojos solares subirme a tus pestañas
olvidarme todo olvidar lo obvio
fingir que no fuiste quien fuiste
y ser
la mujer que fui
para después morir
otra vez
en vos.













Pájaros nocturnos

Velocidad de pájaros enrojecidos por mi sangre
la luna muda
quiero morir hoy, martes.













Tic tac

En el
atolondrado
reino de las voces
los pasos
los autos
las luces

él

y todo

se detiene.











El frío
desabotonando tu escote
tu espuma de reina
destronada en la noche

él no vendrá tampoco hoy.









Cuando abrí mis ojos
En mi pecho, el cielo y sus tempestades
mis manos sobre la tierra, desdibujadas.

¿Dónde van las flores que sigo imaginando?
¿las piedras de colores?
¿los pájaros aventurados?












Él, sin nombre

Con la medida de mis ensoñaciones
ojos violentos
donde dejar mi piel
liberación de mis labios buscadores
si la Luna nos invita a morir en ella
para vivir después con el amanecer
¿lo harías?
si se trata de una fuga
poética profunda
en una ciudad gris
y son tantas
las posibilidades de que algo ocurra
¿vendrías a mí?
a mi océano
-que abre puertas-
psicodélico y audaz
y mi tierra
preparada
para contener la flecha mortal
¿vendrías a mí?
mi azar espera
perfumado impaciente
configura
los besos que han de venir
él, sin nombre
con la medida de mis ensoñaciones
y yo

con la intranquilidad

de saberme

tan cerca.










Brote de miel

Me fragmenté el cuerpo como si nada
abrí mi pecho y bendije las casualidades
escupí mi piel
fui aquella que vi
ilimitada
lunática
andariega
Busqué en la selva los destellos de una luna fértil
y volví con los ojos quemados
volé donde moran los placeres
y volví con los labios satisfechos
No voy a arrepentirme
viví y morí en el cuerpo de un hombre plutónico
desaté las tormentas que quise
fui encerrada donde se encierran
los locos que no están locos sino confundidos
en un mundo donde el metal y el papel y el horario
fui liberada por no tener paciencia
y llevé en mis huesos la cárcel
dolió bastante
tardé
en ser otra vez mujer
que escribe sobre la tierra roja
que sueña y es
serpiente águila
volví
acá donde buenos días y hasta mañana
sin dejar
mis plumas y escamas multicolores
sueños como hilos de plata
inmortalidad de poemas escritos con mi sangre
Volví.










Delta del Tigre

El inevitable yo
que se mueve húmedo entre el cemento
buscando la luz del sol
las caídas verdes de la tierra en primavera
el murmullo de pájaros, huéspedes del día
que comienza ahora
cuando mi yo abre los ojos
a una nube pequeña
ya las hojas se trenzan
por si acaso
por si una ninfa aparece desde el río
con el pecho cubierto de flores blancas.
Todo lo que soy se intensifica
se abre
y regresa al viento.
Todo lo que soy canta
las manos del río me sostienen
olas pequeñas que se suceden
resplandeciendo.
Y acá
una lluvia de pétalos y frutos
algunos quedan en mi pelo
como los musgos
que cubren la costa
y besan el agua.

Cañas inmóviles
puras
juncos danzantes
pinos
caminos angostos de explorador
y márgenes alborotadas
por las lanchas
que cada tanto interrumpen.



Estoy viva como la mañana
Ilimitada como el rocío.
Soy la madera que despierta
el vaivén de las hojas
el cielo inconmensurable.
Soy las hormigas que trepan la piedra
y luego se esconden
para preservar el reino.
Puedo amar a esa flor
y penetrarla suavemente
hacerme grillo
mariposa
o quizá
tan sólo una sombra
perfumada y verde
que volverá a la oscuridad
cuando la noche
lo envuelva todo.











Poema sin nombre

El verano se transformó en invierno al mirar más de cerca,
la tibieza no me bastó,
este yo
se desarmó
en las palabras que nunca dijiste
y perdido deambuló,
pidiendo por las migas de tus fábulas,
ahora
cansado
solitario
malherido,
dispuesto a ahogarse
en las aguas del río Lete
para volverse olvido
para volverse polvo
para borrar tu nombre y el mío
el sol oscurecido en mi cintura
el poema sideral con gusto a poco.














Navego sobre el Sol

Fina niebla
por mi mar despierto
se alborotan mis sueños
apuesto mis cartas
dejo que la luz invada mis cajones escondidos
en un rayo solitario encuentro los secretos.

Futuro, no te traigo
pasado, lejos
verdad, aquí
destinación encantada que navega por el aire
por el aire
si es que yo no cambio
si no dejo que me ganen los jinetes.

Y esta división en mi acuario
y estas voces que no son mías
¡jinetes, abajo!
¡aquí el túnel se termina!
¡viento, trae mi paz!
¡fuego, dame la muerte después!
¡dame la muerte para acercarme al amanecer!

Mis grietas se terminan
no escondo más mi calor
la ciudad se pudra en su codicia
y los que no
naveguen sobre el sol
conmigo
con el alma libre
y dulce.










Sacudo el mar

Sacudo el mar por si acaso,
y hasta si su sombra está cerca
me impaciento

por su boca
me desarmo en sus pestañas

lo invito a mis oscuridades silenciosas
aún con mis gemidos
con su espacio
entrando en mí,
esta noche circular
viva,
voy a parir el hijo de la Luna
voy a sentirme dragón
infinita,
van a estallar mis armaduras

y ser en él,

con el barro
con el viento,

despiertos los dos
sin arrepentimientos,

podemos ser la lluvia, mi amor
si me das un poco más de eso

tenés tanto verano, mi amor
dame un poco más de eso.



Y otra vez saltando
de estrella en estrella
sacándome la ropa y el pasado,
recitando al infierno de tus ojos
tentando a tus demonios

y que estén listos

preparados

para ser en mí.



Y en mí,
tu ceniza musical
el invierno más dulce
tus labios
una flor de loto en mi lengua que recorre tu carne,

más calor entonces.



Y podemos ser la lluvia, mi amor
si me das un poco más de eso,
tenés tanto verano, mi amor
dame un poco más de vos.









El jardín de sus delicias

Rodé en el placer. Sacrifiqué el último haz de mi cordura por ser acogida en su noche. La belleza estuvo ahí. La justicia aún espera. Grandes fueron sus monstruos, los que han quebrado mi boca. La lluvia cuenta la historia de un amor antiguo y joven. Se desarman mis libertades. Ese hombre supo lo que la luna oculta. Dominó al escorpión, que salió del agua con su aguijón inesperado. Su calor vigiló mi suerte. Ahora; aquí; la niña de los ensueños; la joven delirante; la mujer despiadada. Voraces se suceden las mujeres que soy. El presente desatiende mis conjuros y me entrega su ausencia. No importa. Seguiré con la fascinación que me dio muerte.














Ausencia

El presente se esconde aturdido por los fantasmas
que tienen tu cara y tu voz.
Plutón no me ha transformado,
mis aguas no han sido purificadas,
pobre es la vida que pretende ser vivida sin su alma.










Escribo sobre el río

Tecnicolor
sentido perdurable
de mi consagración bailarina,
es el calor
es el agua
son los juncos que ríen, invocando al dios del río
son olas que estallan para volver a ser olas
eternidad acuática y sonora
conciencia de libélula,
me sacudo y dejo que el sol invada
lo oculto sale del fuego
los seres del aire sabrán contener los males
que identifico.

Soy viento y ceniza, después de la revolución de los rayos
sin hambre, sin sueño
ya puedo ser en una nube,
en cada movimiento hay un sonido dulce
un gusto redondo abrazando lo que una vez
fue mi lengua
y una energía perfumada
en las que fueron las manos
que escribieron esto.








MultiPolar

Las voces filosas intentan ahogarme
los avaros salen al encuentro
junto con los jueces
los jinetes avanzan
lo que no soy se vuelve mío
y lo que soy se esconde.

Inmóvil en el día
dormida junto a las casualidades
cercenados mis dragones.









Respuesta

En la noche los seres oscuros intensifican los sortilegios.
Él alucina con otras verdades
y mi piel se quiebra, silenciosa.








En lo inmediato encuentro tu ausencia

Tan lejos, hombre
siendo no sé quién,
gira la noche hacia tus ojos.










Ojos de pájaro

Habitada por revelaciones que sacudirán a los gigantes
tengo cuarzo en mi piel para recibir la rueda que gira sobre el mar
ya fui la oscuridad
ya fui encerrada
no soy eterna todavía porque tengo miedo,
pero sé
en cada parpadeo
las divinidades se reúnen
para que lo ilimitado comience.











 Sola

Gritos que son ausencia de una caricia
mis besos huérfanos
la virtud no corresponde a mi boca
en el horizonte, una avalancha de funerales se acerca
mi corazón es un naufrago que ha dejado de palpitar
mi autorretrato es la imagen de una guerra
llevo mi luto con la destreza de un ciego
no puedo encontrar las perlas
mi voz, gastada de invocar cielos
que sólo sirvieron para congelar la tierra
soy invierno
soy errante
soy
la mujer que nadie espera.













Que la tortilla se vuelva

Hiroshima me duele
Nagasaki
Hamburgo y Desdre
Vietnam y Corea
Palestina duele mucho
Paraguay, les pido disculpas
República de España, te sentí
Judíos, ustedes me duelen
Gitanos y armenios, también
Argentina, por vos lloro a diario
África, completamente dolorosa
como América Latina
mientras escribo, en tres segundos alguien morirá de hambre
mientras escribo, alguien está muriendo en la guerra
ojalá las palabras pudieran comerse
y las armas
se transformasen en palabras.










Arcángel


Corre la niña embebida con el elixir de su ausencia. Cada tanto se desprende de una verdad nacida en la sangre que derramó Plutón sobre ella. La transformación no llega y el viejo planeta ríe. El puma la ignora. El viento enseña heridas jóvenes. Ella invoca el sueño de un hombre de ojos marrones y alma antigua. Pero las calles son tan solo calles. Y el tiempo, ese bufón que repite la mueca del destierro. Corre la mujer que espera. No era el camino de la virtud lo que ese hombre predijo, era el camino del fuego. Los bosques fueron destruidos, igual que las alas. Y sin embargo, ese oscuro amor se recita, en los labios, de la mujer que agoniza.













Intoxicados los besos de esta noche sin vos
absurdas las casualidades tejidas por la resignación
de tener que olvidarte
absurdo el vacío al que me consagro
después de haber parido el espacio junto a vos,
Y no estás
a quién le canto ahora
quién recorrerá mi carne si no estás
quién sacudirá mis bosques.
Ya no sé
de qué se trata
esto de estar viva  sin tu boca.












Invierno en Buenos Aires

Nadie puede sacar mis ojos en una fotografía,
será que escondo
cuatro frazadas con piernas en la calle,
si este cuerpo se transformó durante millones de años
y esto, ¡ay!
este órgano que sabe
que es
un sistema armonioso,
mío,
mi corazón da y recibe en la misma medida,
cuando inspiro,
inspiro la Energía Hermafrodita Universal
y exhalo
el ritmo de mi esencia:
que mi compasión se expanda
que la carta de La Justicia se revele en el alma de la humanidad,
nadie
puede sacar mis ojos en una fotografía
porque escondo
cuatro frazadas con piernas en la calle.









Mejor sin título

Compre sienta vea toque más brilloso más delicado avalado por la asociación de psiquiatras norteamericanos donde sea rápido mandá al sin calorías con nutrientes pies sin hongos vaginas sin micosis lo que las mamás prefieren único sabor de siempre mineral riquísimas sin frizz última tecnología un banco para tus ideas para tu hogar diseño te ayuda vanguardia sin humedad recargas es para las mujeres mejora la luz analgésico hasta tres veces por día felicidad gel sensación agradable crédito crédito crédito piernas es bueno más lindas mamás contentas ceramidas vos lo valés huesos más fuertes la próxima semana disfrutar el futuro hoy préstamo préstamo préstamo sin canas el arte de cuidar

idiota

idiota

idiota  

idiota

idiota

idiota











Viene la tormenta

El gigante ya no llevará sobre sus huesos
la podredumbre,
la lluvia va a mojar
la piel caerá
caerán
las palabras de sangre de las bocas infectadas,
los trampolines que tientan la verdad
y la cubren de hojarasca,
las armaduras de siesta
en las mentes dominadas
caerán.

Llega el vientre de acuario,
sentidos que abren y traen la luz,
la era viene hacia nosotros
hacia mí
entra en mí
y este yo
antes pequeño
celebra y se expande 
hasta hacerse tiempo
río entrelazado al árbol 
canción de pájaros que bordan sueños
semilla para el nuevo ser.










Mi muerte

David Bowie sabe que la muerte lo espera allí,
lo había cantado Jacques Brel
y al escucharlo comprendí
que mi muerte espera en el mismo lugar.

Mi trazo se esfuerza por no subir la montaña
y llega esa energía que agota la cima de mis labios,
luego se va.
Mi oscuridad está hecha de cerros
es un pinchazo agudo en mi nariz
un brazo que ya no es mío.

Aún sé:
estoy fragmentada,
flotando en pedazos,
entre burbujas están los hermanos que no tuve
y los que tengo,
está el Sol, Rá.
Estoy flotando en pedazos entre cactus que tienen memoria en sus espinas.
Están mis padres,
mi plusvalía
el miedo de volverme otra.
Están los esqueletos abultados, desprovistos de carne,
el Tigre de Sumatra que murió en una trampa metálica,
el hombre que hizo de mi corazón, cenizas para su cigarro.
Están los misiles que imagino
y los misiles que me sacaron sangre.

Pero hay algo
indecible
y es eso
que hace
el trazo de mi corazón sigue luchando
por no subir a esa montaña y desaparecer en una línea recta,
y es eso
indecible
que hace
mi muerte seguirá esperando allá
como dice David Bowie, como dice Jacques Brel. 















Inhabitada

En mí las casas sin brazos
la podredumbre del día,
gitana de fuego y agua.
Todos los párpados señalan la línea muerta,
cosecho las furias
de la selva arrasada por mis fábulas de enamorada.

No es la mía la vida que me habita. 











En David Bowie, mis colmillos

Dije que el amor es un estallido, y le clavé mis dientes. Fui atravesada por su sangre. Unos minutos después, sentí su corazón frío. Él abrió los ojos. Se sintió vivo. Vivos con la Luna. Bajo la tierra durante el día, como insectos. Me repliego. No somos tan distintos. Nos vemos en la noche y con las Sombras. También hay vida en esta línea recta. Hay vida es ésta oscuridad sin tiempo. Es dulce. Y ahora, es nuestra. Le dije.










44

Cuarenta y cuatro veces 
bendita tu cara, 
tu templo, 
letras que el soplo de vida invoca en tu carne. 

















Humano

Soy un león herido y delirado
entre las voces repetidas
que invaden
sin sentir
la tierra roja,
es la repetición de objetos consumidos
vientres de nada
asesinos de camisa y corbata
muertos los que no se rebelan
los que sueñan sólo por la noche
con órbitas sobre el cemento
papeles que roban almas
puertos que escupen escritorios y agujas
caras de ministerio
cuarteles despiadados
velocidad de insectos necios
miserias de Don Juan
esqueletos burgueses con guadaña.   












León herido

León herido,
furia de quimeras rotas
sortilegios mudos
mujeres como arañas
tejen y tejen y tejen
comen vidas
traen la peste
invierno que es infierno que es presente
manos que se comen a sí mismas
convulsión añeja
lagrima de cuarzo distraído.

Cada parpadeo quema.














El poema atragantado

El poema atragantado
niñas que pelean por un pedazo de mí
parpados intermitentes que se apagan
jinetes y jueces que escarban
para traerme

otra vez

en mis muñecas el dibujo de un diamante quebrado. 



















Las mujeres que soy han huido.











 En cada parpadeo una muerte
en casa beso un funeral
en cada poema un silencio
en cada voz una distancia.

















Pido descansar de lo que sé.
Pido descansar de lo que imagino.
Pido descansar
donde mis naves no viajen embravecidas.
















En mi cabeza
las arañas borrachas de soledad,
en mi centro un cadáver
y en mi superficie una noche.



















Dijo que construía castillos de naipes
y yo me arrodillé
y lloré
junto a lo indecible.



















Borde

Plutónico lenguaje unido a mis manos
intento de no saltar
don de viento noble
suertes de pájaro.  

















Día burlón, noche sentencia

Infancia de cisne
y ahora nacer
y nacer
siendo invierno.

















Sentir de huérfana

Cabeza relámpago
manos de niebla
pies de aire
aliento vagabundo
pecho naufrago.

















Intermitencias

Intermitencias
colina suave
mi vientre en guerra,
desabotono mil realidades
una Flor de Loto se expande
ruge el león que me habita,
viva y salvaje me desintegro en la lluvia
espero la revelación que identifique mi camino,
quiero parir el pan que agote el hambre de muchos
quiero parir abrigos y casas
quiero parir una paz tan absoluta, que nunca más la tierra grite
quiero parir las selvas y los bosques que han desaparecido
los animales,
mi luz
se enciende y se apaga
y se enciende.













Río inquieto

Río inquieto
delimitado por una franja de tierra angosta
ahora lejos de mi boca
dentro, en la revelación de saberme tan pequeña,
ondulaciones
punta dorada
mientras camino sobre tu espalda
caleidoscopio
nacen en tu piel
antiguas islas verdes
tus rocas son brillantes,
todo el corazón que diste
vuelve.











La sacerdotisa


Me adueñé de mis pasos,
De la complejidad del abrazo temido,
Me adueñé de la luna plateada,
Del universo gestado por mi sombra,
También me adueñé de la locura,
De la velocidad
En la llama que alienta mis curiosidades,
De mi sexo despierto, perfumado, me adueñé
De mi voz de cuarzo,
Que aparece y desaparece en la selva;
Esa selva que sobrevive en el centro de mi frente,
En mi percepción de pájaro,
En mi humedad de hoja otoñal,
En el vaivén de las cosas que descubro
Y en el pasado acostumbrado a mis apariciones.

Aquí hay distintas mujeres
Aquí, la noche sobre el agua,
El porvenir y la buena fortuna,
El árbol sacudido por la adversidad
Y preparado para transformarse,
Aquí, el vientre de fuego,
La magia encontrada de la flor y el silencio,
El secreto del aire,
La confusión necesaria para estar viva
Y la melodía
De la rueda que está girando
Para que irrumpa
La sacerdotisa que habita en mí.



















De cebollas a plumas

No quiero mirarte
no quiero saber tu ropa
no quiero que grites la primera vez que alguien te dijo no sé por qué te tuve
no me hables de las ausencias
de ese chico con bigotes a lo Dalí y piel profunda
tampoco de esa chica que siempre usaba trenza y cinta amarilla
no voy a caer bajo el influjo de creerte un camaleón aunque nadie lo sepa
las venecitas de cemento que tenés pegadas sobre la piel ya no son necesarias
dejá que caigan
y se transformen en vibhuti sobre la tierra,
yo quiero ver tu cuerpo astral
y quiero más
el mandala de tu centro tembloroso y cambiante
quiero eso
y lo quiero en todos
cada día
que los jinetes, los avaros y los jueces no disparen a la semilla
yo quiero una Nueva Visión
para convertirnos en pájaros.  





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Diseño de tapa: Majo López Tavani, sobre fotografía de Chema Madoz