Lenguas secas

Se secan las lenguas que no saben dónde ir

feroces y hábiles van habitando voluntad

a  manos de los dioses que caen 

se elige la ceniza y el polvo

la impresión de manifiestos ilusorios

los proverbios en los huesos de la oscuridad

los salmos y sus autores borrachos, merqueros

no hay cuerpos que puedan volver para desayunar

quizá 

no nos tocamos lo necesario. 



Mario Hernández Saavedra


No te quedes con la loca

No te quedes con la loca

no veas el espejo de tu locura

ni el fuego inextinguible de la torre devota

porque con hilos dura la carne

las arañas saben tejer lo inconfesable,

tené miedo de los usuales que te inventan

con sus fusiles que engullen luces y cráneos

y tu revólver babeando sobre las ficciones,

mirando las pantallas de siempre

de rodillas entre cajitas de lata. 



Xul Solar



Conversaciones

Buenos aires con su conversación

de soledades que se creen polillas 

y son el itinerario hacia mi torre

no hay palabras que traiga este día

la ausencia se come a la ausencia

no tengo dónde ir más que mi cuerpo

tallado en falta y disturbios excesivos 

con un pasado del que no me arrepiento

un futuro que cada tanto muestra los dientes

y unos huesos impulsivos en la ciudad. 



Xul Solar.



Misiones - Soldador -

No se puede soldar el barro con la soledad

seguirá áspera y enseñará su domicilio perfecto

donde mi cuerpo intenta destrabar la ensoñación y la cordura

licores para aguarme el pensamiento y hervir en carne viva

cigarros para ahuyentas a las moscas distraídas 

también mi memoria

con una vena inflamada de pasado. 


Misiones XI -Menstruación-

Vi la tierra ondular como el agua

vi mi propia sangre emanciparse definida

mis ovarios juegan con sus chispas lunáticas

profesé mi identidad y la de la Madre

celebré la intensidad que desgasta los huesos, 

con el proverbio de los pecadores

y el salmo de los que conquistan sus verdades.


Misiones X -Cerro-

La tierra roja te explora

con los ojos anchos

descubre las torres devotas

con su urgencia y su azar imperdonable

los árboles y las mariposas y las avispas

inflamadas de guerrilla

para no permitir que avance la tala

porque la selva se está volviendo cerro

y con ella, lo amoroso también es talado.


¿Dónde van los yaguaretés y las arañas?



Misiones -IX- Barriendo hacia afuera

Si hubieses asumido que yo era diferente
si el coraje no hubiese sido otra de tus treguas
si hubieras ido hasta la sangre
para darnos cuenta de que podía ser amor
si en mi sueño la roca se transformó en ave
sobre mí abrió los ojos 
si tu torre no se incendió, hombre
como la mía, con trueno y fuego
si el agujero negro fue demasiado
-enfermamos-
y no podías llegar hasta Marte.

si fue antes si fue después en otra vida,

Misiones VIII -En la boca azul del lobo-

En la boca azul del lobo

caigo

para inventarme nuevos naipes

los reyes de mi baraja anterior

eran invertidos:

a la horca

o la guillotina

mientras yo me voy con ellos

preguntaré otra vez hacia dónde

y contestaré qué tampoco es la pregunta

cada uno de esos muertos murió en mis huesos

y en cada resurrección también fueron ahí

dicen que el barro rojo sana

junto a la caída en la boca azul del lobo. 


Misiones VII -Jauría-

Invento pensamientos exclusivos

que me acercan a la jauría mental

no sé dónde voy

no sé quién voy siendo 

pensé en las líneas de la mano

como rutas posibles de lo que no se sabe ni se dice

la gente de tanta cordura enloquece al mundo

ahora no me interesa

es un espíritu sin ropa

él es un espíritu sin ropa.


Misiones VII -Atajo-

Las novedades en el atajo

donde se proyectan mis muertos

esos que dejan la llave lejos de vos

caminan sobre los párpados

y sobre los hombros

porque soy una manía diferente

porque él no tuvo el coraje,

el cigarro y la cerveza negra

no invadieron nuestra frágil patria

el miedo a la muerte y el desorden de la sed, sí. 


Misiones VI -Litio al carajo /Sentada en el pesebre/-

Sentada en un pesebre de locos

esos que asustan a los no locos

y él no va a poder entrar

porque el horror hace contrato 

con su exageración

yo puedo marearme

Ver la tierra roja moverse como agua

creo en

un hombre que pone sus manos en mi cabeza

en su plegaria de 93 años de selva

para que yo deje de templar

para que ya no tome litio

para que siga siendo distinta

tampoco Galilea ni crucifixión 

o un poco de ambas

en una dosis educada

sentada en el pesebre de los locos. 


Misiones V -Menstruación-

Sin voz vino el torbellino

hinchado de fotografías

de mis hombres que fueron herejes

cuando destilaba sangre y humo

la Madre Ve la revelación en mi pecho

el centro donde nadie podrá entrar

mi núcleo virgen

que Ella sacude con su orden

y el intento de esa eternidad pierde su hechizo. 


Misiones IV -Se trató de clavos y faquires-

Se trató de clavos y faquires

entre amenazas de vida y jazmín

debería haberte dicho más

debería haberme ido antes

dicen que la oscuridad golpea entre las llamas

para iluminar a los monstruos y fantasmas de siempre

y mordí casi todos lo espejos

con la boca infectada de jaurías y bandadas

para tener la fuerza del verano 

y extinguirme los recuerdos.


Misiones III -Las cosas-

Ni en la fama y el carácter de la selva

se olvida el film

somos la cruz de madera y la corona de jazmines

tenemos las manos bostezando fotogramas

pero las rocas son suaves, confiadas

y las Ruedas son nuestras.


Y seremos nadie y seremos todo al mismo tiempo

y sacudiremos la peste de los mil ojos cuadrados de la ciudad

esos que nos traen pantallas de radiación mimosa 

para ser lo que tenemos y tener para ser.






Misiones l -No soy una psycho-

No soy una psycho


El rayo de esas tormentas

son mi encendedor

y en la oscuridad

veo a tus criaturas

defensivas de la vida 

y de la muerte

ya no puedo emocionarme

ya no quiero sacrificarme por vos

porque puedo reptar sobre lo nuclear

sin perder lo bondadoso ni lo desafiante.



Poster TheRedJesus en DevianArt




Misiones II

Los árboles trepan al sol sin quemarse

una historia se abre junto a la raíz y el hongo 

el agua es culpable de plantas y rocas poseídas

flores como mesas religiosas en porción inédita

la tierra roja, una intravenosa de cerros poblados 

hablan, quizá, desvergonzadas las chicharras

mi vestido gatea por el calor de los águilas

y la vibración

siendo víctima de los colores y las mariposas

de perros y gatos que abren y cierran y abren las puertas.


El Yaguareté todavía es una oscuridad alentadora

dulce para devorar mi multitud de estanque citadino. 



Cerro Azul, Misiones