Esquivando balas y recuerdos
con el cuerpo en trinchera de cristal
frágil como una semilla
desnuda como la noche
mis mujeres tiemblan por este péndulo impulsivo
que hace tratos con la oscuridad y el plomo
y donde mire hay ausencias
y donde toque hay frío,
el escándalo me mira con los ojos bien abiertos.
La soledad va ocupando
habitación por habitación
con las piernas fáciles
y el pecho descubierto
tiene la agudeza del zorro sobre el hielo
y la fuerza escandalosa de la hormiga
su rugido templario
convoca recuerdos.
Muertos y vivos caen sobre mí
es la destrucción de mis sirenas y mis mares
el día es una historia que cuenta una vida
que vivió más de mil años
entre amores y delirios
juegos inmaduros,
hoy no puedo salir de la cama
me duelen las piernas y las manos
mi mundo es un bucle temporal que imprime la nostalgia
el cansancio va y viene como un péndulo de cuarzo
a un costado, el miedo
al otro costado, la soledad
pero tengo el pan y los peces
aún
tengo el pan y los peces
para enfrentar
la locura y la repetición.
Buenas noches, insomnio
buenas noches, cigarro
bienvenidos a mi campo minado
serán espectadores de mis secretos
y bailaremos sobre mi emoción de boca grande
entre ficciones apelmazadas
donde las avispas aguijonean
para recordarme quién fui
y quiénes fueron ellos.
La soledad
en
su típico vestido azul eléctrico
dando ardor
pastillas, tabaco, licor
con rumores de amores intravenosos
en tiempos verbales histéricos,
con ella caminamos sobre campo minado
hacia mis multitudes que anuncian mejores tiempos
y bailamos nuestra escena del film
y cantamos oxígeno y kilómetros:
la balada del pan y la ternura.
El fusilamiento rodea lo insólito
la orden fue acatada por la soledad
pero tengo amuletos y líneas en las manos
dragones orientales que se esconden en el agua
en mi camino de calibres alborotados
y fui del infierno
y fui del paraíso
pestañeando velozmente
hice pactos gruesos con la muerte
hice pactos gruesos con la vida.
Noche para sabotearme
con la misma fábula fatal
se aviva el Diablo en mi territorio
y su vals mueve circos pesados
donde soy la venda y la negación y la agonía
en este show de recuerdos frutales
renazco desnuda y callada
mientras busco el fin de mis separaciones
me arrodillo frente al fuego.
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Vals de fantasmas
dentro de una copa que refleja mi cara
y aturde con mi aullido,
el vino es audaz para mi multitud memoriosa
y el cigarro convoca caídas pasadas
mientras asumo la persecución de mis recuerdos
como un esqueleto pintado de colores llamativos
con dibujos de flores y dragones.
La enfermedad que me reclama y me condena
a este ánimo de blanco o negro
huesos berretas
y un amuleto sin talento,
la soledad afila dientes y recuerdos
tengo tanto miedo
tengo tanta muerte jugándome en las tripas,
crueldad de jueces y jinetes
extinguiendo el fuego.
Soledad animal
es el aullido del templo
sobre la cuerda y la espada
la suerte que inventa tréboles de cuatro hojas
para abrir piel y destino
cuando trepar ya no nos salga
y nos quede una sola flor
roja
guerrillera
que nos evite el olvido.
