¿Quién sabe?

Mi piel ha cambiado con el tiempo
se ha quemado, se ha soltado, ha vuelto a empezar
sin dejar
de pedir por el fuego
aquel que enciende besos
desde un camino religioso de búsquedas y encuentros
de entregas sin cuerpo
ahí donde el cuarzo, la amatista
donde selvas infinitas
planetas que orientan
inviernos y primaveras que enseñan las forma de dios y de los hombres
en una rueda de efectos que sembré con otras vidas
y me hacen
encontrarme
justamente ahora
con vos.

¿Quién sabe si llegarás hasta mis huesos?