La mujer ya no es extraña. La conozco. Se hace más fuerte.
Quema mis pestañas y mi boca. Está enraizada en mi cabeza. Tiene alas de
vampiro. Insomnio. Un cigarrillo largo que nunca se agota. La belleza le es ajena. La
oscuridad la nutre. Si dios ve mi corazón, ¿por qué me deja junto a ella? ¿Por
qué esta lucha por ver el día? ¿Por qué la paz no llega?
Imagino muertes que
me integran por la noche. Imagino vidas que se mueren en el mismo instante.
Tengo plumas solamente. Con el vientre enfermo. El cansancio de un andariego
antiguo.