Se secan las lenguas que no saben dónde ir
feroces y hábiles van habitando voluntades
a manos de los dioses que caen
se elige la ceniza y el polvo
la impresión de liturgias
los salmos y sus autores merqueros
no hay cuerpos que puedan volver para desayunar
quizá
no nos tocamos lo necesario.
Renoir