En el talón seco, un truco huidizo
cuando la luna es irreal no se esconde
camina hacia el coxis
vértebra por vértebra hasta llegar a mi cráneo
quizá una inyección de mercurio
para apaciguar a esta bestia
que extraña figuras de cera
obeliscos que den al sol también realidad
mientras
abro instantáneas aunque no quiera
la almohada y la ciudad tampoco quieren
pero mis caprichos son rancios y sin educación
soy una soledad más entre muchas
que no saben escapar de alborotos estériles.
Pintura de Gustavo Boggia