Seré siesta o seré yo misma
errante, pendular, delirante
abismal por los gigantes
cayendo de boca en los mil ojos
para triturar espejos enmohecidos
con la audacia de una yegua que reedita
su humor y sus dientes de dragón humeante
no sabrán qué hay más allá del velo
los pajes invertidos ni los fetichistas de la Cosa.
Pintura de Raúl Romero