Con grilletes de cobre venusino
en la caverna nauseabunda y suicida
la sombra del mismo hombre me perfora
camino como un perro intentando morderse la cola
soy un harapo empleado por una falta rabiosa
pertenezco a un día y una noche que no alcanzo
las arañas hacen acuerdo con mis recuerdos
para bestialidad de copas espantadas
con la desilusión pintada de licor y vueltas subterráneas
la eternidad como hechizo y desgarro musculosos.
Pintura de Harmonía Rosales