Como una llamada que no se quiere atender
una envoltura de papel malparido
unos brazos que no saben hasta dónde
una idea novata que camina junto al faquir
una suciedad agasajada en un rincón de la cocina
una toalla estéril que servirá para baldosas
una mujer contempla con ojos grandes
hacia adentro
el sol que no podrán robarle.
da Vinci