El circo de tu cueva malparida

No quiero más minas donde el carbón

irrite mi espalda y mi ternura

nunca encontré tus diamantes

sólo mis manos ajadas

adentrándome cada vez

en tu circo de cueva malparida

a cientos de kilómetros de tu expresión íntima

cavando para dar tierra a tus payasos

equilibristas sobre las pocas lámparas

contorsionistas se enroscan en mi pala

mi casco se pulveriza y escucho reír a los mimos

los escapistas se han ido a mi primera lágrima

el hombre-fuerza zozobra ante mi fe.

 

En tu circo de cueva malparida.



Joan Miró