Mis rodillas en los clavos
se abren mi
pulsión y mi lamento
mi cuerpo
está a punto de retirarse
es terrorífica
esta noche sin alcohol ni el adicto a mi piel
el sonido
es una bendición que no me alcanza
nuestro futuro
se arrima para darme las condolencias
una cinta
de luto en mi cuello
el juego se
terminó entre libros de autoayuda
y todo cae
por debajo y por arriba
otra vez él
como una
escultura que perdió la distracción
de que sigo
siendo su presa, su amiga, su puta.