Okupada

En una casa okupada por mis cuadernos

llegan las venganzas prohibidas

intentaré con mis naipes de auxilio

a pesar de esos relojes de sal 

que enloquecen dando vuelta a su antojo

me queda poco tiempo en las manos

mi piel no es límite esta tarde

puedo ser la pared, la biblioteca, el placard

me confundo como un Sol en el agua.   




Obra de Federico Bustos Lambarri