Electricidad de mis mujeres bailarinas
comienzan a tocar el telón
detrás
es la angustia intravenosa
con la promesa del conejo blanco
para desnudarnos borrachas
reír y lamentar al mismo tiempo
y cruzaría geometrías y horizontes
pero ahora me queda el caos
lo sostengo como un ramo de novia.