Puse mi cara debajo de la cama
empeñé mi presente y descubrí al monstruo
en su espejo, monedas de plomo
sin pretensión de agua despejada
con la habitación en mis manos temblorosas
tic tac, tic tac
tic tac, tic tac
despierto con alambre y hojas desenfrenadas
tic tac, tic tac
confirmo mi Derecho de ser yo misma
una adivinanza en tu mundo delgado.
Obra de Gürbüz Dogan Eksioglu